Si hasta hace unos meses sólo era necesario para ir a algunos estados brasileños, ahora hay que hacerlo antes de viajar a cualquier ciudad del país vecino.
Las recomendaciones sanitarias van cambiando a medida que se modifica el mapa de la enfermedad. Si hasta hace unos meses vacunarse contra la fiebre amarilla sólo era necesario para ir a algunos estados de Brasil, ahora hay que hacerlo antes de viajar a cualquier ciudad del país vecino. “La gente quiere escuchar otra cosa. Que le digan: ‘No pasa nada, andá’. Pero no es así”, aseguró la secretaria de la Sociedad de Infectología local, Mariana Hualde.
“A finales del año pasado la recomendación era una, en enero fue otra, en febrero otra y desde ayer a la mañana (por el jueves) es otra, porque todos los estados del sur de Brasil, que hasta el momento no tenían una clara recomendación de vacuna, ayer a la mañana se incorporaron”, agregó. La presidenta de la entidad, Cristina Miglioranza, puntualizó que “no es una enfermedad nueva” pero “puede ser potencialmente mortal”, y apuntó: “Si uno va hoy a cualquier lugar de Brasil debería vacunarse antes”.
La vacunación es gratuita y, en Mar del Plata, el punto de aplicación es la Unidad de Sanidad de Fronteras (De los Pescadores 663 – Puerto) los martes y miércoles.
“Está indicada para mayores de nueve meses y hasta los 60 años. Las personas que tienen más de 60 años deben hacer una consulta médica antes de decidir la vacunación, porque puede tener efectos adversos, inesperados e indeseables”, subrayó Miglioranza. “Los que tienen entre seis y nueve meses también necesitan una consulta médica previa”, agregó.
En cambio, las embarazadas no deberían vacunarse para la fiebre amarilla, salvo una recomendación médica en contrario. Tampoco quienes padecen “enfermedades con inmunocompromiso: pacientes trasplantados que reciben drogas inmunosupresoras, en quimioterapia o con el virus de la inmunodeficiencia humana”, apuntó Miglioranza. “A menos que el médico disponga otra cosa”, acotó.
Las responsables de la Sociedad de Infectología aclararon que las consultas previas no son “una receta”, sino que cambian en virtud del paciente.
Los teléfonos del sector de Infectología del Interzonal, donde se desempeña Miglioranza, no paran de sonar hace 15 días. “Pero cada caso particular tiene una consideración individual que hay que hacer con tranquilidad”, advirtió.
Según indicó, la vacuna es necesaria para quienes van a sitios en que hay mosquitos vectores y para aquellos que viajan a países libres de la enfermedad que requieren la documentación de aplicación de la vacuna a los provenientes de lugares donde puede haber circulación. “Y como la Argentina tiene notificaciones en el norte del país, en el Reglamento Sanitario Internacional figura que en nuestro país puede haber circulación”, señaló Miglioranza.
Por eso, Hualde recomendó guardar la certificación de la vacuna “como si fuera el pasaporte”. “Lo más importante hoy es que tenemos un país vecino donde hay un flujo de turismo constante y se ha ido desarrollando un brote de fiebre amarilla desde el año pasado. Así, se han ido incorporando al mapa de circulación de fiebre amarilla diferentes estados”, añadió Miglioranza.